¿Se dejaría usted seducir por una secta?
El primer contacto con una secta suele deslumbrar al neófito. Se tiene la extraña sensación de entrar en un mundo absolutamente maravilloso, lleno de gente igualmente maravillosa y en el que todos sonríen rebosantes de felicidad. El ambiente reinante se percibe como una especie de isla en medio de la tempestad en la que, en contraste con el mundo exterior, reinan el amor y la fraternidad más sincera.
El despliegue de una amabilidad pseudofamiliar, rebosante de exquisitos modales, alimentará las necesidades afectivas del futuro adepto y le convertirá en el centro de un auténtico “bombardeo afectivo” que desactivará sus posibles suspicacias. A base de afectuosas sonrisas y palmaditas en la espalda, el neófito acaba por situarse en el eje del contexto pseudofamiliar característico de la secta, que le convertirá, al menos durante las primeras semanas, en un punto de atención para los restantes miembros.
TOMADO DE http://www.opuslibros.org/recursos.htm
OPEN YOUR EYES !! PEOPLE !!!
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